EDITORIAL
(ULTHAR nº12, marzo de 2020)
También rescatamos en este número la extravaganza weird mitográfico-creativa que se titula “York” (1860), del escritor español, y presumiblemente nacido en las Islas Filipinas, Enrique Fernández Iturralde: se trata de un relato de simio parlante (que se adelanta doce años a “Gestas” de José Fernández Bremón, ver ULTHAR número 3), con la aparición estelar del misterioso Conde Cagliostro, en la versión que Alexandre Dumas (y Auguste Maquet) desarrollaron para la serie de novelas titulada Memorias de un médico (1846-1853).
Y como última aportación en el terreno simiesco, tenemos “El hombre salvaje” (1925) del británico Charles Beadle, otro autor olvidado, del que daremos buena cuenta en la introducción a un excelente, y un tanto oscuro, relato de aventuras fantásticas. Beadle, como tantos otros escritores que están pasando por nuestras páginas, merece renovada atención.
Monos al margen, tenemos ciencia ficción en la nueva entrega (que publicaremos en dos partes) de las aventuras y desventuras espaciales de Isaac el Nauclero, cuyas hazañas hemos recogido en números anteriores por cortesía de su cronista, el gran José Miguel Pallarés: Resentimiento, que así se titula este serial, nos mantendrá en vilo durante tres meses, hasta la salida del próximo número de ULTHAR. También es ciencia ficción, de corte clásico y muy apropiada para el entorno ulthariano, el relato que el muy conocido y reconocido Víctor Conde nos ha traído: “Pausa para el café”. (Esperamos volver a ver más veces al señor Conde en nuestra revista).
Por otra parte, tenemos un magnífica historia de fantasmas, de la mano del argentino Alejandro Sux: “La posada del Puente del Diablo” (1927) tiene bonus extra, pues como transcurre durante la Revolución Mexicana, casi podemos decir que es “un Weird Western tal y como lo habría concebido M.R. James”. Y también está de vuelta por aquí Miguel Matesanz (que nos deleitó hace un par de números con una brillante aproximación holmesiana) con “Croac-Croac”, un relato protagonizado por “el Padre de Todo Esto”... cuando era niño. (Más pistas: en el cuento). Y nuestro querido amigo y compañero de fatigas Juan García Rodenas se ha descolgado por estas páginas con “La aventura de las huellas del Diablo” (ninguna relación con el canónico “The Devil’s Foot” de Conan Doyle), un fantástico pastiche del Maestro de Baker Street, de carácter outré (como no podía ser de otro modo), y que nos ha hecho pensar en los otros pastiches sherlockianos del autor, descatalogados desde hace años...
¡Y nos quedamos sin espacio! Pero por suerte, ahí adentro tienen 148 páginas de todo lo que prometemos aquí, y más que vendrá en junio...
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